Conoce Ámsterdam quedandote en un barco
¿Qué es lo primero en lo que piensas cuando te hablan de los Países Bajos? Seguramente, las primeras ideas que te vengan a la memoria sean las casas flotantes de Ámsterdam, sus canales, paseos en bicicleta, campos de tulipanes…Vamos a hacer un repaso breve por algunos de los lugares menos comunes que podrías visitar en tu estancia allí, sin tener que pensar en las casas flotantes de Ámsterdam. Bueno, sí, porque la primera idea que te vamos a ofrecer tiene mucho que ver con ellas. Es el llamado Flotaing Dutchman (El Holandés Flotante), uno de los atractivos más curiosos y quizá menos conocidos de la ciudad.
Las casas flotantes de Ámsterdam - ¿qué y cómo son?
No es del todo un barco, más bien parece un autobús flotante, pero tampoco es eso. Es ambas cosas, pero, a la vez, no es ninguna de las dos en concreto. Su aspecto, para hacerte una idea, es la de un autobús que se ha caído al agua. Dándote un viaje abordo podrás recorrer parte de los canales, paseando por entre algunos de los lugares más característicos de la ciudad y viendo las grandes aglomeraciones que forman las casas flotantes a ambos lados de los canales de Ámsterdam. Con él podrás ver por qué la ciudad es conocida como la Venecia del norte.
El alojamiento más típico de Ámsterdam: casas flotantes
Para visitar otros lugares de la ciudad, en cambio, no siempre podrás ir por vía fluvial. Te convendría un paseo en bicicleta, más bien, para visitar la Casa Museo de Ana Frank. Y es que otra de las cosas que hace mundialmente conocida la ciudad de Ámsterdam es su historia ligada a la Segunda Guerra Mundial. De ella surgió la curiosa forma de alojarse que suponen las casas flotantes de Ámsterdam, debido a la escasez de viviendas que se vivía por entonces; y de ella surgió la historia de esta joven holandesa que escribió un diario con las impresiones que el conflicto y su modo de vida le causaron. En su Casa Museo podrás ver todo alrededor de su corta vida, incluyendo el lugar en el que escribió el diario que se terminaría por convertir en una de las obras más famosas de la literatura europea actual.
Por otro lado, no es Ana la única holandesa a la que la historia ha hecho famosa. El pintor Vincent van Gogh es otro de ellos y, aunque no ha tenido que sufrir una guerra semejante en sus carnes, sí que sufrió sus propios conflictos personales, reflejados muchas veces en sus cuadros. Es por ello que Ámsterdam le dedicó un museo en el que se pueden ver sus obras más representativas y famosas.
Y si no quieres centrarte en personajes concretos y prefieres algo más general, también tienes la opción de acercarte al Rijksmuseum (el Museo del Reino) o Museo Nacional de Ámsterdam. Además de a la historia, también está dedicado al arte y la artesanía. Todos los museos de Ámsterdam están cerca de los canales, entonces se llega rápido desde una casa flotante típica de Ámsterdam.
De todos modos, aunque los museos no sean lo tuyo, quedarte paseando por los canales supondrá una visita guiada en toda regla, pues las casas flotantes en Ámsterdam no dejan de ser —aunque sin quererlo— uno de los museos al aire libre más grandes y hermosos del mundo.
La mágica ciudad de los canales
Se dice que Ámsterdam, la capital oficial de los Países Bajos, es una ciudad muy especial, única en su estilo de vida e incansable para el turista. De hecho, la fama de sus canales, de sus casas barco y de sus coffee shops la convierten en un destino atrayente y muy peculiar, por lo que no es de extrañar que esta sea una de las ciudades más visitadas de toda Europa. Por otro lado, la posibilidad de alojarse en una casa flotante en Ámsterdam atrae a cualquiera, pero si además de disfrutar de una forma de alojamiento diferente, puedes fotografiar estampas de postal, pasear por rincones históricos y perderte por grandes museos, no hay más que hablar. La mejor época para visitar Ámsterdam suele ser el verano, ya que hace una temperatura muy agradable y las lluvias son más escasas que en ninguna otra estación del año. Sin embargo, si quieres evitar la concentración de turistas, los meses de abril, mayo y octubre son ideales.
Visitas de interés que no te puedes perder
Sin duda alguna, lo que más caracteriza a esta ciudad son sus preciosos canales, por ello mismo no hay nada mejor como disfrutar de una casa flotante en Ámsterdam mientras la conoces a fondo. Tu visita podría comenzar en la famosa Plaza Damm, corazón de la ciudad y lugar donde se encuentran edificios como el Palacio Real y el Monumento Nacional, para continuar por la Plaza Spui, mucho más tranquila para pasear y tomar un respiro. Otra de las zonas de mayor interés es la Plaza Leidseplein y sus alrededores, un área plagada de artistas callejeros y tiendas y bares de todo tipo. Por último, no te olvides que en pleno centro de la ciudad puedes ser el famoso Barrio Rojo, sorprendente y cautivador. Este peculiar distrito es conocido por sus coffee shops, por sus escaparates y por su gran ambientación nocturna. ¿Qué te parecería poder alojarte en una casa flotante en Ámsterdam en los canales que rodean a sus máximos atractivos turísticos?
Estancia especial en Ámsterdam
En la capital de los Países Bajos vas a poder encontrar toda clase de alojamientos y a todo tipo de precios, así que no te preocupes por ello a la hora de preparar tu viaje. Aún así, la gran recomendación para disfrutar de una estancia de lo más especial es alojarse en una casa flotante en Ámsterdam, de esas mismas que podrás ver por todos y cada uno de los canales de la ciudad. De hecho, en Ámsterdam hay más de 2500 viviendas flotantes y muchas de ellas pueden ser alquiladas. ¿Te animas? ¡La idea suena genial para vivirla!